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domingo, 30 de diciembre de 2012

La viga en el ojo VII: La diva è mobile

 
Escarlati debatiendo en el café con el donaire de costumbre


He estado a punto de sugerir, caro lector, un sexto pilar que deje bien claro para las generaciones futuras que la palabra de Escarlati es ley en la Wikipedia en español, explicando además que el que ose contrariarle será objeto de ominoso bloqueo. El problema es que la psique confusa del sujeto en cuestión, pretendido paladín de la corrección lingüística, lo lleva a defender la postura de las academias cuando sus dictados concuerdan con su punto de vista, pero niega su autoridad o simplemente hace mutis por el foro cuando sucede lo contrario, prefiririendo romper el teclado antes que reconocer una equivocación. En otras palabras, lo único importante para él, como para su chucho Wikisilki, es tener siempre la razón, limitando su argumentación a solo dos opciones:

A) Si quieres imponer una edición contraria a mis caprichos, no puedes porque no hay consenso.

B) Si quieres oponerte a la imposición de uno de mis caprichos, no puedes porque no hay consenso.

Recordará el honorable público que el aguerrido conserje de instituto, como todos los ex miembros de la cloaca del pensamiento único, nos ha obsequiado con varios portazos estilo diva, y para más INRI, alguno que otro asociado a resoluciones que no le han sido favorables en el TAB. Además del berrinchito por no salirse con la suya, queda meridianamente claro que su complejo de inferioridad le provoca una necesidad de reconocimiento que ralla (*)  en lo patético.

Entre estos seudorretiros destaca, por teatral y victimista, aquel que fue consecuencia de su triste participación en el debate de seudónimo vs. pseudónimo, que le costó la retirada temporal del flag de reversor. En dicha ocasión, el Adonis de Teruel desestimó la recomendación de las academias porque no estaba de acuerdo con ella y ya de paso por darle un par de collejas al adversario de siempre. Créanme, resulta enternecedor leer esa discusión –donde solo sus compinches estaban de parte de Escarlati– o, aún mejor, darle un vistazo a este historial, pues ambos se traducen en una muestra perfecta de corporativismo conforme van saliendo al quite uno a uno los wikiamiguetes, ya sea para aparentar un falso consenso o evitarle al ofendido violar la política de las tres reversiones.

Escarlati, manifiestamente enojado por la retirada del flag, se retira de Wikipedia
 
En el colmo de la incongruencia, cuando la Ortografía de la lengua española de 2010 recomendó utilizar preferentemente Catar en lugar de Qatar –pero sin censurar la utilización de este último término–, raudo y veloz nuestro heróe de bigotes relamidos se dio a la tarea de eliminar cualquier alusión a la palabra Qatar, borrando entre otras cosas la referencia donde se mencionaba que el uso de la "q" no está prohibido. En este caso no importó que se alteraran los usos naturales de la lengua, porque todo estará siempre bien si lo hace o lo dice Escarlati. Es innecesario agregar que esta recomendación sí fue de su agrado, aunque, como dijera un simpático usuario: “suene peor que pegar a un padre con un calcetín sudado”.

Ejemplos de su incoherente proceder los podemos encontrar a diestra y siniestra escarbando un poco en sus contribuciones (siempre con la nariz tapada), como cuando señaló correctamente que Tejas y Méjico no eran errores ortográficos, porque aunque las academias recomiendan preferentemente escribir Texas y México, los usos con "j" no están prohibidos. En contraste, Escarlati parece ensañarse nuevamente con Qatar, pues señala, esta vez erroneámente, el uso de la "q" como falta de ortografía, forzando sin mayor empacho el uso de la nueva grafía recomendada y eliminando el uso de la grafía Qatar, todavía válida según la nueva Ortografía. Una de dos, o el Adonis de Teruel no entiende que Catar es una recomendación al igual que México y Texas o tiene un odio especial por Qatar: Algún viaje accidentado o fervor por el Real Madrid, vaya usted a saber.











Incontables usuarios han tenido la desgracia de enfrentarse con la Roca Monolítica Escarlata para terminar como mínimo bloqueados y estigmatizados perennemente como usuarios problemáticos, cuando no finalmente expulsados. A pesar de que la mayoría de la Wikipedia ya es consciente de su “habitual proceder de descalificar personalmente a los usuarios con los que mantiene discusiones en vez de tratar directamente las dificultades que son objeto de controversia”, el método le sigue funcionando para deshacerse de sus oponentes.

Pregunténle, si no, a Liutprando–hoy convertido en titiritero en serie después de terminar expulsado por las graves faltas cometidas-. Más reciente es el caso de Napier, cuya serie de bloqueos principia y termina con el atrevimiento de enfrentarse a Escarlati, especialmente por discutir el significado de hermanastro vs. medio hermano, en la que el osado editor tenía por cierto toda la razón, pero a nuestro ilustre conserje nadie le enmienda la plana; es preferible agregar una nota para los profanos, que simplemente cambiar la palabra "hermanastro" por el menos ambiguo "medio hermano", no sea que decida retirarse otra vez. Parece claro que siempre habrá una prófuga del ancianato enamorada que de la cara por él, aunque tenga que defender lo indefendible.

 

(*) Ralla:variante ecemamélica en vías de ser aceptada por los académicos.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Armas XI: Ataque y defensa grupales, 3ª parte

#losmismosdesiempre acorralando al disidente

Como si fuese un sueño recurrente, el rifirrafe que se han montado Rondador, Mar del Pus y el cansino Wikisilki en la votación sobre mínimos de relevancia para artistas plásticos contemporáneos, me ha hecho recordar una de las tácticas más siniestras de #losmismosdesiempre (*):
 

Echar abajo cualquier intento de la plebe editora por poner en práctica alguna idea contraria a las suyas.

 
Antecedentes hay y muchos, de cándidos y desprevenidos usuarios que con el sano interés de mejorar la enciclopedia hicieron alguna propuesta editorial o política y para tantear hacia donde se inclinaba la comunidad realizaron una encuesta o votación. Siempre que una propuesta contrariaba la voluntad de alguno de los amos, el ataque en manada, que como ya he mencionado es uno de sus recursos más socorridos, no se hacía esperar. Como además tenían de su lado los amados botones y una patente de corso para violar las políticas, terminaban despedazando cualquier iniciativa y, por supuesto, a los osados autores.
 
 
¡Tiene que quedar bien claro quién es el que manda!

 

Así al vuelo, me vienen a la cabeza unos pocos ejemplos (que les iré detallando en futuras entregas):

 


 
La mayoría de los amañados debates resultaron sangrientos, hubo bloqueos (para la plebe, obvio), usuarios retirados y otros que simplemente dejaron de editar. Mientras que estos entes, más aficionados al cafeeing que a editar en el espacio principal, persistan en manipular el orden natural de las decisiones comunitarias, la Wikipedia pierde. Pierde en diversidad, en editores prolíficos y expertos que huyen despavoridos bajo los palos y bloqueos propinados por el mamporrero de turno.

 

 

 
(*) Autor: Drini. Sitio: Twitter. Por aquello de los derechos de autor.

(**) Aunque después hubo más encuestas y votaciones y la política finalmente sufrió algunas modificaciones.