Hola, hermosa, ¿cómo estás?
Quisiera hoy abrirte mi corazón y dirigirme a ti sin ambages, rodeos ni zarandajas, desde este foro, que es también el tuyo, y al que estarás siempre invitada.
Te voy a ser sincero: tu testimonio, honesto y emotivo, me ha enternecido. Créeme si te digo, con la mano en el pecho, que yo te comprendo. Te comprendo, y te respeto, porque una chica como tú, sencilla, desprendida y candorosa, no se merece que una turba de monos rabiosos y ratas peludas la traten como te están tratando a ti: a pescozones.
Dicen de ti muchas cosas malas, que si tienes tu geniecillo, que si te pones nerviosilla de vez en cuando, que si confundes la "pe" con la "be", que si ibas para mucama y acabaste como vivliotecaria....
Nada de eso es cierto. Todo mentiras. Tu sirves para mucho más (y en el fondo lo sabes) que para cajera de supermercado, y si me puedes permitir el inciso, yo personalmente siempre he adivinado en la lectura de tus escritos un ser humano maravilloso capaz de mucho más que de fregar escaleras. A final de cuentas, no hay muchas chicas en edad de merecer que hayan conseguido lo que has logrado tú solita en sólo unos meses enseñando la patita por debajo de la puerta de quienes tú sabes ;)
Mas reflexiona por un momento: ¿de qué te han servido tus esfuerzos por hacerte con los botones de poder? Después de todo, las vecinas nunca entendieron un carajo cuando les hablabas de estas cosas, y de lo demás no debes recordar, pobre, otra cosa que disgustos. A esta gentuza, los marranos, ya los conoces, una horda de patanes, envidiosos en verdad de tus votones, que nunca sabrán apreciar cuánto te costó conseguirlos, cuántos artículos mandados a vorrar, cuántos arrumacos y lisonjas en páginas de discusion, cuántas horas invertidas en el café sin saber muy bien lo que decías, cuántas consultas al diccionario... Bleh!
A tu padrino Ezarate, por el contrario, solo le importa su campaña para steward. Tampoco los que se decían tus amiguitos del Bloquéame (Ece, Wikiwiki, Mar, la Cookie...), que te prometían el oro y el moro, han hecho nada por ti cuando más los necesitabas, te han dejado sola. ¡Con lo que te costaba descifrar las instrucciones semanales que el Jefe te mandaba por correo!
De la Cardenala mejor ni hablamos: tantas horas siguiéndole la corriente con el asuntillo ese del Feliciano (el señor asqueroso, el plagiador ese, no sé si lo recuerdas) para tan poca cosa. ¡Una desagradecida!
En realidad, tú no tienes culpa de nada, ni apenas lo comprendiste. Incapaz de distinguir una sinfonía de Beethoven del mugido de una vaca, sólo llegaste aquí en busca de un poquito de felicidad y comprensión, en busca de una pequeña parcelita de poder virtual, con egoísmo, sí, pero sin casi maldad. Si la Wikipedia fuera un espacio ilustrado y ético nunca hubieras llegado a nada ni perdido nada, pero tampoco sufrirías. Es la Wikipedia la que está enferma, construida sobre la montaña de dolor y odio que vertieron aquí desde el principio los Dodo, Ecemaml, Hispa, Kordas y toda la fauna. Tú, hermosa, eres sólo el producto inocente y bobalicón de un sistema perverso orientado a "premiar" con los votones de poder a los reverzotes, a los que más discuten o a los más zalameros, en lugar de considerar a los "bibliotecarios" como meras chachas de la clase editora, al servicio a su vez de los lectores.
Mira, bonita, si finalmente llega el momento de despedirse de los votones, también habrá llegado el momento de hacer un ejercicio de introspección (mirar en tu interior) que debe ser clave en tu vida. Habrá llegado el momento de reorientar tus valores (cambiar tus valores) y de transformarse en una mujer nueva, mejor aún si cabe que la Ganímedes antigua. Podrás continuar en Wikipedia poniendo plantillitas (que sé que eso te divierte) o haciendo nuevas amistades, pero si me permites el consejillo, ese viejo camino sólo puede conducirte a nuevos berrinches. Es cierto que echarás de menos el mágico votón de vorrado, pero créeme: ¡no malgastes más tu tiempo allá donde no saben apreciar tus muchas virtudes!
Ya se sabe que en estos tiempos de tanta crisis y tanta cosa, no hay nada como invertir en formación. Por suerte, Internet ofrece muchas posibilidades a las chicas modernas como tú, cursillos acelerados de traducción e interpretación, gramática por correspondencia, biblioteconomía, mitología comparada, encaje y punto de cruz virtual, qué sé yo. ¡Las posibilidades son infinitas para una joven despierta y perspicaz!
Podría continuar con esta declaración de buenas intenciones, tanta es la ternura que me inspiras. Pero mejor lo dejo aquí, que también un servidor es hombrecito de su casa al que le esperan la mopa y los garbanzos en remojo. ¡Tareas menos elevadas, sí, pero al tiempo más nobles y humanas!
Siempre tuyo, U. P.
Quisiera hoy abrirte mi corazón y dirigirme a ti sin ambages, rodeos ni zarandajas, desde este foro, que es también el tuyo, y al que estarás siempre invitada.
Te voy a ser sincero: tu testimonio, honesto y emotivo, me ha enternecido. Créeme si te digo, con la mano en el pecho, que yo te comprendo. Te comprendo, y te respeto, porque una chica como tú, sencilla, desprendida y candorosa, no se merece que una turba de monos rabiosos y ratas peludas la traten como te están tratando a ti: a pescozones.
Dicen de ti muchas cosas malas, que si tienes tu geniecillo, que si te pones nerviosilla de vez en cuando, que si confundes la "pe" con la "be", que si ibas para mucama y acabaste como vivliotecaria....
Nada de eso es cierto. Todo mentiras. Tu sirves para mucho más (y en el fondo lo sabes) que para cajera de supermercado, y si me puedes permitir el inciso, yo personalmente siempre he adivinado en la lectura de tus escritos un ser humano maravilloso capaz de mucho más que de fregar escaleras. A final de cuentas, no hay muchas chicas en edad de merecer que hayan conseguido lo que has logrado tú solita en sólo unos meses enseñando la patita por debajo de la puerta de quienes tú sabes ;)
Mas reflexiona por un momento: ¿de qué te han servido tus esfuerzos por hacerte con los botones de poder? Después de todo, las vecinas nunca entendieron un carajo cuando les hablabas de estas cosas, y de lo demás no debes recordar, pobre, otra cosa que disgustos. A esta gentuza, los marranos, ya los conoces, una horda de patanes, envidiosos en verdad de tus votones, que nunca sabrán apreciar cuánto te costó conseguirlos, cuántos artículos mandados a vorrar, cuántos arrumacos y lisonjas en páginas de discusion, cuántas horas invertidas en el café sin saber muy bien lo que decías, cuántas consultas al diccionario... Bleh!
A tu padrino Ezarate, por el contrario, solo le importa su campaña para steward. Tampoco los que se decían tus amiguitos del Bloquéame (Ece, Wikiwiki, Mar, la Cookie...), que te prometían el oro y el moro, han hecho nada por ti cuando más los necesitabas, te han dejado sola. ¡Con lo que te costaba descifrar las instrucciones semanales que el Jefe te mandaba por correo!
De la Cardenala mejor ni hablamos: tantas horas siguiéndole la corriente con el asuntillo ese del Feliciano (el señor asqueroso, el plagiador ese, no sé si lo recuerdas) para tan poca cosa. ¡Una desagradecida!
En realidad, tú no tienes culpa de nada, ni apenas lo comprendiste. Incapaz de distinguir una sinfonía de Beethoven del mugido de una vaca, sólo llegaste aquí en busca de un poquito de felicidad y comprensión, en busca de una pequeña parcelita de poder virtual, con egoísmo, sí, pero sin casi maldad. Si la Wikipedia fuera un espacio ilustrado y ético nunca hubieras llegado a nada ni perdido nada, pero tampoco sufrirías. Es la Wikipedia la que está enferma, construida sobre la montaña de dolor y odio que vertieron aquí desde el principio los Dodo, Ecemaml, Hispa, Kordas y toda la fauna. Tú, hermosa, eres sólo el producto inocente y bobalicón de un sistema perverso orientado a "premiar" con los votones de poder a los reverzotes, a los que más discuten o a los más zalameros, en lugar de considerar a los "bibliotecarios" como meras chachas de la clase editora, al servicio a su vez de los lectores.
Mira, bonita, si finalmente llega el momento de despedirse de los votones, también habrá llegado el momento de hacer un ejercicio de introspección (mirar en tu interior) que debe ser clave en tu vida. Habrá llegado el momento de reorientar tus valores (cambiar tus valores) y de transformarse en una mujer nueva, mejor aún si cabe que la Ganímedes antigua. Podrás continuar en Wikipedia poniendo plantillitas (que sé que eso te divierte) o haciendo nuevas amistades, pero si me permites el consejillo, ese viejo camino sólo puede conducirte a nuevos berrinches. Es cierto que echarás de menos el mágico votón de vorrado, pero créeme: ¡no malgastes más tu tiempo allá donde no saben apreciar tus muchas virtudes!
Ya se sabe que en estos tiempos de tanta crisis y tanta cosa, no hay nada como invertir en formación. Por suerte, Internet ofrece muchas posibilidades a las chicas modernas como tú, cursillos acelerados de traducción e interpretación, gramática por correspondencia, biblioteconomía, mitología comparada, encaje y punto de cruz virtual, qué sé yo. ¡Las posibilidades son infinitas para una joven despierta y perspicaz!
Podría continuar con esta declaración de buenas intenciones, tanta es la ternura que me inspiras. Pero mejor lo dejo aquí, que también un servidor es hombrecito de su casa al que le esperan la mopa y los garbanzos en remojo. ¡Tareas menos elevadas, sí, pero al tiempo más nobles y humanas!
Siempre tuyo, U. P.