Buscar este blog

domingo, 17 de abril de 2011

Armas I. La provocación.




Hay muchas maneras de tocarle la moral a los que se interponen entre tú y tu objetivo último de dominar la Wikipedia y perpetuar así la pequeña parcelita de poder que tantas horas de exposición a las radiaciones del monitor te ha costado conseguir: desde el inocuo y procaz insulto tipo Ensalada, hasta versiones mucho más complejas y eficaces, como las dos que enseguida vamos a comentar, desarrolladas a lo largo de los años por sendos maestros en el arte de la provocación con el único propósito de lograr la expulsión de cualquiera que les lleve la contraria:


Variante 1: el ataque Petronas:
1. Cualquier idiota (seguramente un niño aburrido o peor aún un alborotador loco) tiene la indecencia de entrometerse en uno de los artículos políticos que guardas celosamente, alterando el orden de la Nueva Cosmovisión de izquierdas que pretendes revelar a la chusma ignorante a través de tu insigne Obra Wikipédica.
2. Reviértase la edición del provocador (si es correcta, tanto mejor) con acusaciones de vandalismo o sin mayores explicaciones.
3. Nuestra reversión será deshecha. Reviértase la reversión de nuestra reversión por segunda vez. Para conseguir el efecto deseado es importante cerrar el pico también ahora.
4. Cuando el adversario vuelva a revertir, rompiendo la regla de las tres reversiones, habremos dado un gran paso adelante; ya lo tenemos donde queríamos,  pero es importante que nosotros no caigamos en lo mismo: no debemos revertir por tercera vez, en su lugar avísese por correo electrónico (o por el móvil institucional, cortesía del PSOE) a cualquiera de nuestros amigotes para que haga el trabajo por nosotros.
Nota: si la víctima muestra cierta distancia y recelo ante la maniobra, podemos dirigirle una palabras (los resúmenes de edición son un lugar perfecto para ello), pero es importante que dejemos bien claro en todo momento nuestra posición de superioridad y nuestro desprecio absoluto por ese ser intranscendente cuyas opiniones no nos importan un pimiento.
5. Será en este momento cuando el abyecto enemigo pierda los nervios. Espérese pacientemente su insulto hacia nosotros, que no debe tardar en llegar. Cuando así sea, llévese al TAB para que uno de los bibliotecarios de nuestra cuerda lo bloquee inmediatamente y a perpetuidad por violación grave de etiqueta.

Variante 2: el gambito Dodo.
1. Elíjase un tema cualquiera, cuanto más intrascendente mejor.  Algunos ejemplos: la brecha de género en wikipedia, la fundación de capítulos, el choripán...
2. Publíquese una entrada en nuestro blog personal. Hágase lo mismo en nuestro foro personal, el Bloquéame. Nuestros acólitos no tardarán en seguirnos el juego y reirnos las gracietas: estamos en el buen camino.
3. Anúnciese el tema a bombo y platillo en el café. Nuestros chuchos no tardarán en aparecer para mostrar su apoyo incondicional a nuestras tesis y su firme convencimiento, a la luz de nuestros descubrimientos, de que el fin del mundo está cerca.
4. Algún editor porculero mostrará cierto recelo hacia nuestras peroratas. Debe ser machacado sin piedad en el café, en su propia página de discusión, y (sobre todo) en nuestro querido foro.
5. El editor abandona, cansado y humillado. El café es nuestro. Hemos vencido.

En próximas entregas ilustraré tan útiles técnicas con algunos ejemplos prácticos magistralmente ejecutados de principio a fin por los más preclaros practicantes de estas refinadas estrategias. ¡No os lo perdáis!

No hay comentarios:

Publicar un comentario