La Abuela, el Patrañas y el Innombrable

UP disfrutando del mar en agradable compañía.


Todos cay... callan; yo mismo incluso caros lectores. Sucede que después de tres años de ardua labor, más de 150 entradas y más de medio millón de visitas, apetece tomar un placentero descanso y tumbarse a la bartola.

Todos callan y mientras tanto Ecemamón y sus compinches aprovechan para extender su nefasta influencia a este blog, saturándolo con comentarios característicos del Bloquéame y el Nido del Dodo; aquellas inmundas y pestilentes cloacas donde acostumbraban reunirse insignes heditores y vivliotecarios de renombre como Dodo, Pi, Ecemaml, Ensada, Wikisilki, Igor21, Mar del Pus, Petronas y Drini, para entregarse con orgiástico frenesí al despelleje de aquellos wikipedistas que les llevaban la contraria o se oponían a sus arbitrariedades.




En el colmo de la inquina, el Innombrable pretende extender su nefasta influencia.
¿Piggymal o Porkymin, quién estará tratando de aterrorizar a los auténticos puerquitos?

¿Qué tiene de extraño la detección y expulsión de un títere tras otro de Ecemamón? Ayer El extranjero, hoy Discasto. En todas sus reencarnaciones siempre termina por intentar imponer su voluntad, armar gresca y acosar, burlándose del sistema que antaño tanto defendió. A falta de las víctimas habituales, Elemaki y Prades, ahora la ha tomado con Phoenix, Taichi y Ferbr1. Algunos bibliotecarios como el propio Taichi, Hprmedina, Manu lop o Jmvkrecords, a pesar de las amenazas de RECAB, se han encargado de bloquear sistemáticamente a Ecemal.

Si el Innombrable tuviera la intención de "aportar" en artículos, lo hubiera podido hacer discretamente; pero no, en su patético afán de notoriedad, siempre tiene que aparecer de cara a la galería como un grotesco héroe de tragicomedia para sustentar las huestes de cerriles fans, tornándose en cada aparición más mentiroso, descarado y agresivo. También se ha dedicado a reclutar adeptos entre lo más granado de la intelectualidad wikipédica: los nuevos compañeros de oficina, Totemkin y Asqueladd, Cocolaste o Efepino (*), con la ayuda de su más fiel y desequilibrada servidora y el apoyo de su antiguo compañero  de batallas, PSOEtronas, que en el colmo de la hipocresía invariablemente sale a defender a sus títeres.

Podría seguir callado caros lectores, pero ahora vemos como además de la campaña que han iniciado en el blog contra Phoenix, Patrañas le envía mensajitos a su correo privado por haber osado ofender al expulsado Ecemaml; la víctima se queja en el TAB y la senil Galleta, sobreponiéndose a sus anquilosadas articulaciones, acude veloz a propinar el bloqueo, en una de sus escasas acciones como bibliotecaria (seis en dos meses). La desfachatez de la anciana ha llegado a tal grado, que no le importa aparecer, casualmente, tras un pedido descarado de Patrañas o que su muy conveniente resolución resulte una muestra más del compadreo que mueve habitualmente las decisiones de estas alimañas.

Que nadie se atreva a llevarles la contraria, porque la Yaya y el Geronte utilizaran todos los recursos disponibles para seguir manteniendo la red clientelar que tejieron desde el inicio de los tiempos. Desde la pataleta al estilo Wikidiva de Patrañas: "Como no me dan mi caramelo voy a retener la respiración hasta ponerme rojo" -que solo duró 27 horas y obtuvo como recompensa el habitual coro de plañideras-(**), hasta las rabietas y arrebatos de ira de la Anciana Pocha.



 

 

 

Mientras Petronas se "despide" con un mensaje gorilesco,
la Galleta se prepara para asestar un buen golpe a Black Beast.

 

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Toca así, para malestar y amargura de algunos, volver a la faena. Como dice la canción del buen Peret, "no estaba muerto, no, no, estaba tomando cañas" -pero no con Wikisilki, que conste-. Vaya mi aprecio para todos esos marranitos de pro que no se amilanan y han dado muestras de que seguirán al pie del cañón.

(*) En otra entrada analizaré a estos usuarios envenenados por el Maligno y probablemente ya sin remedio.

(**) Retiro que por lo corto y conveniente resulta caricaturesco y deja a las plañideras en ridículo.