Los olvidados III: El plantillero castigado

Caro lector:

Ahora que gran parte de la vetusta mafia que asolaba Wikipedia está en el exilio o prefiere mantener un perfil bajo, cabría esperar un poco de paz; por desgracia, nuestra querida enciclopedia está condenada a ser presa de toda clase de  troles y sociópatas virtuales. Toca reseñar esta nueva horda de trogloditas cafeteros.

Hay quienes se deleitan pavoneándose en el café al más puro estilo de los antiguos perros de presa. Otros disfrutan imponiendo su criterio a los demás, incapaces de aceptar la crítica y ver más allá de sus propias narices. Entre estos últimos destaca el insigne Soljaguar, un muchacho altanero y caprichoso, quien, a pesar de los múltiples llamados de atención y uno que otro rapapolvo, insiste en plantillear en modo bot. Desconozco si lo incita su necedad recalcitrante o sentirse apoyado por el nuevo lobby wikipédico. Basta echar un vistazo a su página de discusión para darse cuenta que el tozudo chaval no sabe ni hacer la o con un canuto.

Como estaba predestinado, la terquedad de Soljaguar finalmente lo condujo al TAB, donde recibió el merecido tirón de orejas. Dadas sus naturales inclinaciones, el plantillero cabezota reaccionó con la cantinela de costumbre y la pose de niño llorón y quejica.

Bien lo dice una de las premisas preferidas de los troles cafeteros:


Todos los que están de acuerdo conmigo son mis amigos y grandes wikipedistas. Todos los que están en desacuerdo son enemigos míos y unos troles del tamaño de un bisonte.

 

 

Aunque visto lo visto, ya nadie le cree; ni siquiera el habitual y cansino coro de plañideras que tanto disfruta de montar el Wikicirco.